lunes, 28 de noviembre de 2016

Nocturno

    Triste aroma del anochecer floreciendo en la ciudad, cubriendo de bruma las calles, y opacando la visión del solitario que vaga por ellas en busca de quien amar.
    Sollozante bajo la luz tenue de la luna enciende un cigarrillo, inhala profundo, y, exhala con sentimiento de robar un alma a la cual amar.
     Bajo la luna menguante solo oye respirar, a la mujer que con el humo se deja llevar, de besos y caricias su cuerpo deja llenar, pero jamás su corazón le ha de entregar.

jueves, 17 de noviembre de 2016

Amor

           Seducido por el dulzor de ese cálido sonido proveniente de entre tus labios carmesí camino sin más rumbo que el que me lleva hasta  ti, frente a mis pies un sendero comienza a revelarse, iluminado por la tenue luz de una pálida luna  que en el cielo nocturno crece, y al final de él estas tú, como bella madonna postrada entre rosas blancas que se ruborizan con mi sangre derramada con cada paso que me aproxima a ti, ahí en medio de ellas inmóvil y bella el hechizo cobra fuerza con forme tu dulce cantar aumenta su sonido, llegando a ti me tomas entre tus brazos llevándome al cielo y dejándome caer a las brazas del infierno con tus besos que recorren mi ser milímetro a milímetro, cuando creo que no me puedes hundir más me pierdo en el fulgor de tus piernas... al levantar la mirada veo tus ojos virgilianos cerrándose para evitar que escape de las llamas de lujuria que nos envuelven en nuestra oscura pasión. 

Elhuayotl (ánima)

Hoy estamos aquí bañados por la luz de la luna, mientras que nuestros pensamientos están absortos en la belleza de la muerte...

Mañana cuando la muerte nos alcance y la luz de la luna nos falle, nuestros pensamientos buscarán el cobijo de una madre.

Susurro

     Cautelosa cual gato acechando a ratón, 
me tomas por sorpresa, aproximando tus labios azules, 
susurras a mi oído con gélido aliento palabras de desaliento, 
marchitando toda esperanza, 
levanto la mirada y observo en tu pálido rostro la indiferencia que solo tú le das a la vida, 
pues en ella eres la única promesa segura.